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El Niño de la Hipoteca salda su deuda con Castellón

El cantautor barcelonés arrastra a sus fans a la sala La Burbuja para repartir encanto en cada canción y humor entre cada una de ellas.
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El Niño de la Hipoteca y Dani Tejedor en La Burbuja.

La Burbuja acogió el sábado 30 un concierto especial, atípico: un cantautor catalán se subió a las tablas armado con una guitarra y un escudero sentado sobre su cajón flamenco. Guiu Cortés, nombre por el que pasa prácticamente inadvertido, por fin cumplió en su cita con Castellón y El Niño de la Hipoteca, apodo mucho más identificativo, dio su espectáculo ante una Burbuja a medio gas, pero entregada al máximo con el cantautor.

No es novedad que El Niño defienda sus temas con su guitarra como único soporte instrumental, salvando su característica voz y sus potentes letras. En 2013 y 2014, Guiu puso en marcha su Operación guitarra con el fin de financiarse una guitarra nueva subiendo sus temas en acústico a YouTube. Y lo consiguió: dos guitarras se compró, de hecho.

Lo primero, como quien comulga, fue confesarse: su última fecha cerrada en Castellón se canceló por la escasa venta de anticipadas. “Pero ahora os habéis espabilao”, espetó Wis (otro de sus seudónimos) desde el escenario. Y es que El Niño de la Hipoteca ofrece un show mezclando el humor y la intimidad tanto dentro de sus canciones como en su puesta en escena, reforzando el vínculo que ha creado con su público durante su carrera. Esto se materializa en la premisa que dio al empezar a tocar: el listado de canciones lo elegiría el público in situ. El título que escuchara con mayor claridad entre tema y tema –los gritos de la marabunta complicaban esto mismo- sería el que Guiu pondría en escena a continuación, y así durante todo el show.

El Niño de la Hipoteca, en acción.

Rozando la media hora de retraso, el concierto arrancó con el punteo de "Alquitrán y carmín", reconocido de inmediato y coreando la letra desde que El Niño entonó las primeras sílabas; sería la tónica habitual del concierto, plagado de las ya clásicas canciones de sus dos discos junto a Los Ratones, la banda que suele acompañarle.

En este primer asalto, que duró un tercio del concierto, Guiu llenaba el escenario sin mayor compañía que su guitarra española y el calor del público. Se sucedieron, a petición popular, temas bien aplaudidos como "Mi novia de 2º B", "Te quiero" o el viral "No fumes marihuana", que salió en YouTube en el canal del cómico y youtuber Loulogio, quien participó en 2014 en la creación de este tema.

Segundo asalto, sale a escena Dani Tejedor, el Ratón Champín, percusionista de Los Ratones. Toma la guitarra de Guiu y se dispone a cantar una de sus canciones propias: "Cuerpo de ciudad". Dani Tejedor ahora está explotando su faceta como cantautor, y El Niño de la Hipoteca cedió los siguientes temas a su compañero como oportunidad para conquistar al público. Tras el primero de ellos, coreado por el propio Wis, El Niño abandona el escenario y el Ratón Champín, guitarra en mano, conquistó la sala con dos canciones más: "Una canción que destrozar", en cuya versión original colabora El Kanka, y "¿Cómo quiero que me quieran?".

Dani Tejedor, durante su sección dentro del concierto.

Vuelve El Niño de la Hipoteca al escenario de la Burbuja, con dos vasos de bebida espirituosa y recupera su guitarra. Tejedor toma el cajón, se sienta sobre él, y reanudan, entre chistes y risas, con "Alma de cartón". Aire desenfadado, rumbero, ligero en la melodía y profundo en las letras, como suele ocurrir en las canciones de Guiu. Se descontrola la audiencia, que pide incesante los temas más conocidos del repertorio: Copypaste, el original popurrí que le valió la fama a su autor, Que te vaya bien y La más bella.

Sin embargo, El Niño y el Ratón acompañante hicieron caso a otra de las peticiones más coreadas de la noche: "El perro Freddy", alegato en contra del maltrato animal y que estrenó en YouTube en 2015. Y al finalizar "El perro Freddy", sin sugerencia alguna, hizo sonar "Que te vaya bien", en la cual incrustó el "Copypaste", con un combo que desató al público. Y se despidió.

Pero había un último as en la manga de su camiseta de los Red Hot Chili Peppers: Guiu y Dani Tejedor vaciaron un círculo de público en La Burbuja e interpretaron el tango rumbero "La más bella" entre la gente, rogando silencio, sin amplificación alguna, en un auténtico acústico. Final del concierto y el público derretido en aplausos con El Niño de la Hipoteca cumpliendo al fin su promesa con Castellón.

Guiu Cortés todo lo cerca del público que un artista puede estar en un concierto.

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