Shotta durante su concierto en Zeppelin Club el pasado 11 de abril.

No son muchos artistas hip hop los que consideran Castellón en sus giras, pero parece que esto está cambiando. En una semana La Plana ha acogido dos de las propuestas que mejor pueden definir la actualidad de la escena rap nacional. Dos formas diferentes de hacer rap y de dirigir sus conciertos. Unos se apoyan en las rimas afiladas y bases contundentes, los otros se quedan con la parte más íntima y los sonidos más suaves. Pero, en definitiva, ambos definen a la perfección la riqueza y la variedad que se puede encontrar hoy en día en la escena.

Y eso que, si a música rap nos referimos, Castellón es un público un tanto difícil. Pero en lo que llevamos de 2015 ya son varios nombres hip hop importantes los que han pasado por La Plana –sin desmerecer el papel de los artistas locales, que han demostrado su validez en algunos de los showcase previos-. Y así, en tan sólo dos semanas dos propuestas sólidas de la escena aterrizaban en Zeppelin Club. Primero fue la Flowesía (2014) de Shotta (11 de abril), luego llegó Suite Soprano (17 de abril) y su Domenica (2014). Dos de las múltiples caras de un género, algo así como un pulso entre el yin y el yang, del que todos salieron vencedores.

El domingo que supo a todo

Domenica (2014) es uno de esos trabajos que, al escucharlos, pude resultar difícil imaginarlo en un directo; caracterizado por la suavidad de las bases, el añadido de los instrumentos y el cariz tan personal de sus letras. Factores de riesgo que Suite Soprano (con las voces de Juancho Marqués y Sule B, junto a Dj Kaplan y Elhombreviento) afronta con matrícula.

Juancho Marqués y Sule B, voces de Suite Soprano.

Su directo es realmente agudo y su música tiene esa facilidad de conseguir despertar al público de la misma manera que algunas de sus rimas son como dardos al interior; todo ello envuelto en sutiles referencias al cine –su otra pasión- que se esconde en sus temas. Domenica nace como un cierre de una etapa y el comienzo de otra. Para ellos, una nueva etapa más madura y con las heridas parcialmente cicatrizadas; a nivel musical, el posicionarse y haberse convertido en una interesante y alternativa propuesta hip hop, capaz de llevarse a afines o no al género. El mismo “Lunedi” con el que empieza esa nueva etapa, es el mismo lunes con el que empieza el concierto. Por algo será.

Cada una de sus canciones representa a la perfección esa sintonía que Suite Soprano es capaz de crear entre la parte más callejera y desesperada, con la suavidad y la clase. Representa el paso siguiente (“Cómo hemos cambiado”), ese mismo momento en el que intentas poner todo en orden (“Sabor a nada”). Juancho Marqués y Sule B suenan cercanos y frescos. Algo que también se debe al papel de Dj Kaplan (que se hace con el micro en “La larga marcha”) y al increíble Elhombreviento. Es un festín ver cómo se maneja sobre el escenario, encargado de la parte instrumental (cuerda, percusión, teclado…) y del apoyo vocal. Un lujo.

Juancho Marqués se implicó muchísimo con el público.

Se vinieron arriba con temas como “Internacional”, de la misma forma que consiguieron silenciar a toda una sala mientras se desgarraban con “Empíreo”. Domenica también dejó hueco a Nada Más Lejos (2012), con un “Por los siglos” alumbrado por los cien móviles que les apuntaban y un Sule B al que  casi que no le hizo falta cantar aquello de que lo puede hacer. Se despidieron de Castellón con una declaración de intenciones que ya llevan defendiendo desde hace tres años: “Sule y Juancho puliendo la fórmula, saben calcular hasta abrirte las válvulas” (“Soprano files”). Lo hicieron realmente “Suave” y personal.

Descaro y Flowesía

Pero todo esto parecía que Shotta ya lo sabía cuando se subió al escenario de la sala Zeppelin, cuando él mismo adelantó la visita de Suite Soprano con “Estás aquí”. El mc sevillano puede presumir de anotarse el mayor número de asistentes en su concierto –más de 200 personas-. Llegó dispuesto a mostrar su Flowesía (2014) escoltado, como durante toda la gira, por Mad Division, quien además se marcó algún tema y añadió un aire reggae al directo, y con un muy destacable Dj Rune.

Pero Castellón ha sido una de las grandes afortunadas de esta gira, ya que Shotta estuvo respaldado también por su hermano Toteking, con el que revivió algunos temas de anteriores trabajos como Héroe (“Mi política”, “Muchas gracias”,…) y T.O.T.E (“Ven”). Siempre es un gusto ver sobre el escenario a los dos hermanos juntos y su increíble complicidad, pero Shotta consiguió demostrar que eso de “no te equivoques, yo no estoy aquí por mí, soy el hermano del Tote” (“Son flows”), no es cierto porque ha conseguido convertir su Flowesía en su seña. El niño que quiere ser niño chico para siempre (“Flowesía”) y que no para de crecer y de crecerse en sus directos.

Shotta junto a Toteking y Mad Division.

Shotta es fuerza y contundencia. Sus rimas son el resultado de abrir el corazón (“One love”, “Ojos de loba”) y revolver la mente (“Hipocresía), y todo sin cortarse ni un pelo en sus rimas. Es ironía (“El fuertecito) y calle. Positividad y alas (“Sólo si tú quieres”). Un directo que es un poco que hace un todo. Tembló la sala con el remix de “No voy a cambiar” (tanto, que ojalá hubiesen aparecido sobre el escenario Waor y Endikah), se quedó muda con un intenso “Quiero” y cantó junto a él para que el tiempo se parase (“Voy a…”). Son ya muchos años de carretera haciendo hip hop –solo o acompañado-, y eso se nota sobre el escenario. Y así, con la “Felicidad”, se despidió.

Shotta.