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Adrián Tomás Samit. El cine directo como terapia

Lleva cinco meses viviendo en la residencia de artistas GlogauAir de Berlín tras ganar la Beca Hàbitat Artístic Castelló y este viernes presenta su proyecto ‘Desaparezca aquí’ en el Centre Municipal de Cultura con motivo de la Nit de l’Art. Una instalación a medio camino entre el vídeo-arte y el cine documental que empezó con el objetivo de mudar su propia personalidad y reflexionar sobre la desaparición de la narratividad y que se ha terminado convirtiendo en una muestra colectiva de los compañeros a los que ha filmado en la residencia. Entrevistamos en profundidad al castellonense Adrián Tomás Samit para hablar de arte, cine y música.
  
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Los que nos siguen desde hace tiempo lo saben: no nos gusta un pelo hablar de nosotros mismos. Pero hay veces que no queda más remedio. Adrián Tomás Samit (Castellón, 1989) lleva escribiendo sobre cine en Nomepierdoniuna desde febrero de 2012 y, después de licenciarse en Comunicación Audiovisual por la UJI y de realizar dos masters en estudios de cine contemporáneo y en cine documental -en la Pompeu Fabra y en el ECIB de Barcelona-, en los últimos tiempos se ha revelado como un realizador y vídeo-artista con mucha proyección. Hasta el punto que a finales de 2013 ganó la Beca Hàbitat Artístic Castelló, por la que está disfrutando de una estancia de seis meses en la GlogauAir de Berlín, una residencia internacional de artistas fundada por el polifacético artista español Chema Alvargozález, que en menos de una década se ha ganado una excelente reputación. La razón no es otra que el proyecto artístico Desaparezca aquí, una reflexión sobre la desaparición del cine, su narratividad, su soporte y también sobre su propia personalidad, la del resto de los artistas y su relación con su entorno arquitectónico y urbano. El planteamiento inicial era filmar la rutina diaria de sus compañeros de residencia con la técnica del cine directo -testimonial- para presentar distintas piezas audiovisuales que interactuaran entre sí, pero finalmente los artistas –como él, llegados a Berlín desde distintas partes del mundo- se han involucrado tanto que han terminado aportando piezas para que su inauguración, este viernes 9 de mayo a las 20:00 en el Centre Municipal de Cultura de Castellón dentro de Nit de l’Art, se convierta en una especie de exposición colectiva internacional. En septiembre también tiene previsto participar en la Feria Marte e interesantes proyectos de producción y realización de documentales bien ambiciosos. Entrevistamos a Adrián Tomás para conocer mejor su experiencia en Berlín y su proyecto artístico que permanecerá abierto al público hasta el viernes 6 de junio, pero también para hablar de su gran pasión en todas las vertientes, el cine, y de música.

>¿Qué estás haciendo exactamente en Berlín ahora mismo con el proyecto Desaparezca aquí con el que fuiste becado por Habitat Artístic Castelló?
En la convocatoria para la beca presenté un proyecto específico para realizar en la residencia de artistas GlogauAIR de Berlín, que era el lugar al que me enviarían si seleccionaban mi proyecto. Está dividido en cuatro microproyectos que analizan de una forma u otra la vida en la residencia. El principal es un documental sobre la vida de los artistas de la residencia, su día a día: trabajar, cocinar, cambiarse de estudio, convivir, etc.

>¿Y cómo ha resultado ser un día “normal” en la residencia berlinesa?
Habitualmente cada artista está encerrado en su habitación, trabajando de la mañana a la noche. A la mayoría les gusta cocinar, con lo que nuestro espacio de encuentro suele estar en la cocina. Una o dos veces al mes organizamos cenas, a los pocos meses nos hemos hecho como una gran familia. Y, de vez en cuando, quedamos para ir a galerías de arte, museos, openings. Pero sí, el día a día habitual es trabajar duro y comer.

>Parece un ambiente muy poco bohemio…
Precisamente la idea del documental es desmitificar esa figura del artista ocioso, de la gente que pueda pensar que en realidad no es un trabajo, cuando es un trabajo muy duro y agotador, física y mentalmente.

>¿Qué perfil tiene el artista residente en GlogauAIR?
La mayoría están entre los 30 y 40; yo soy el más joven de la residencia. Todos son muy abiertos y amigables, con lo que la edad no supone ninguna dificultad para integrarse. Me ha sorprendido la cantidad de artistas asiáticos que llegan, en estos meses cuatro chicas coreanas y una de Taiwán, pero también holandeses, alemanes, ingleses, israelís y españoles. Ahora acaba de llegar una norteamericana...

>¿Qué quieres contar realmente con Desaparezca aquí?
La idea original era utilizar el proyecto como un herramienta de trabajo para mi personalidad. Para que "desapareciera" mi personalidad anterior: excesivamente tímido, callado, con dificultad para relacionarme con los demás, etc. Forzarme a integrarme con los residentes y grabarles a diario sería la mejor forma de lograrlo. Por eso, el planteamiento inicial era ir recopilando horas y horas de grabación, interactuar con los artistas, proponerles situaciones... Pero, después, llegas aquí y todo lo que tienes pensado cambia…

>¿En qué dirección?
Algunos no quieren salir, otros están muy abiertos pero no quieren interrupciones, otros se animan a colaborar y plantear pequeñas situaciones. Entonces decidí hacer un documental de estilo "cine directo", como una mosca en la pared que lo observa todo pero no interviene. Era lo más cómodo para ellos y para mí. Además, esto lo acercaría más a mi trabajo sobre el espacio, la arquitectura y cómo se integra en ella el cuerpo. También me olvidé de querer grabarlo todo, era imposible, y los artistas me han ido avisando de momentos que querían que grabara o que podía grabar si yo quería. Así que sí que ha habido una colaboración por su parte, pero no frente a la cámara.

>Entonces "Desaparezca aquí" se refiere a que lo que desaparece es tu personalidad anterior, de ahí lo de "proyecto de video-total que aúna arte, crítica y terapia personal en cuatro piezas". ¿Está eso relacionado con lo de la conducta Borderline que le preguntabas en una entrevista a Fernando Franco en Nomepierdoniuna a propósito de La herida?
El principal objetivo de ese "desaparezca" sí, es en referencia a mi personalidad anterior. Cosa que estoy logrando y por la que siento que, personalmente, el proyecto ya ha sido un éxito. Pero también toca más conceptos, como la desaparición del cine, su narratividad, su soporte, etc. También desaparecer yo como realizador; esa "mosca en la pared" de la que hablaba y que se ha convertido en la estrategia de grabación final, Sobre la relación con La herida, sí que es verdad que cuando la vi me sentí muy cercano al personaje de Marian Álvarez. Para mí la película fue una especie de pequeña sesión de terapia que me hizo darme cuenta de muchas cosas. No creo que llegara a tener Borderline, pero sí creo que mi actitud estaba muy cercana. En ese sentido, plantear un proyecto como éste, relacionarme así con gente tan distinta, me ha ayudado mucho.

>¿Y qué influencia ha tenido el cine de tus admirados Fernando Franco y Jaime Rosales o el cine documental en tu proyecto?
El film de Fernando Franco se estrenó después de haber presentado el proyecto, con lo que no lo tuve en mi cabeza al idearlo. A Jamie Rosales tampoco, pero sus películas sí que es cierto que me han impactado mucho, especialmente Tiro en la cabeza, cuyo método de trabajo me parece muy interesante y próximo a cómo suelo trabajar cuando cojo mi cámara y salgo a la calle. Seguramente, es una influencia subconsciente Rosales. Las “influencias” principales para este proyecto son del cine documental: Frederick Wiseman y Robert J. Flaherty, principalmente. Me gusta mucho el cine observacional y es mi metodología de trabajo habitual.

>¿Desde cuándo viste tu proyecto como vídeo-arte y no como cine de autor, hay alguna diferencia realmente?
Al principio pensaba en una instalación bastante interactiva, donde cada elemento dialogaba con el otro: el documental con las fotografías, todo ello con las entrevistas... como si fuera un bucle. Y esta idea se sigue manteniendo, pero sin la misma fuerza, pues de cara a la instalación ha tocado simplificarlo mucho por falta de presupuesto. El documental también estaba pensando que fuera más estilizado, más poético, más sensorial, más cercano al ritmo y a lo plástico. Pero la versión final no funcionaba y era muy aburrido para el espectador. Hicimos un pase abierto, donde mucha gente vio un primer montaje y a mí mismo se me hacía muy larga cada secuencia. Lo notaba con el público. Así que decidí hacer una pieza más corta, con una cierta narratividad: "un día en GlogauAIR", llevada toda con el mismo estilo formal, etc.

>La presentación de tu proyecto será este viernes en el Centre Municipal de Cultura de Castellón dentro de la Nit de l’Art, ¿en qué formato finalmente?
Efectivamente, se podrá ver en el Centre Municipal de Cultura de Castellón, con inauguración en la Nit de l'Art para después permanecer abierto durante un mes. El visitante primero conocerá la residencia mediante las fotografías, después conocerá a los artistas a través de las entrevistas, luego a un artista trabajando de principio a fin en una obra y, por último, el documental con la vida en la residencia. Por suerte, he podido contar con piezas de casi todos los artistas de la residencia, que han sido muy simpáticos y han querido colaborar conmigo en la exposición. De hecho me va a acompañar una artista de Corea del Sur, Jiminy, que ha hecho una pequeña pieza a propósito para esta muestra, ya que una de las proyecciones será ella trabajando en una instalación que hizo en Berlín. Así que será una especie de exposición colectiva internacional donde voy a poder presentar sus trabajos.

>En tu web aparece una instalación tuya en la GlogauAir que aparentemente no tiene nada que ver con este proyecto, ¿no?
En la residencia tenemos como un expositor en el exterior del edifico y cada dos semanas un artista muestra su obra. Fui guardándome las facturas del supermercado, farmacias, restaurantes, museos, metro, etc. y cada botella de agua que me he bebido. Pensé en como podría combinarse eso dentro de un espacio tan concreto como el expositor Showcase y de ahí salío esa pequeña instalación.

>Hasta ahora te habías dedicado más a la investigación y a la crítica de cine, en publicaciones como Nomepierdoniuna, que a la realización, aunque ya habías hecho algunos cortometrajes. ¿A partir de esta experiencia y el impulso de la beca vas a apostar más por tu vena artística o de realizador?
En realidad he estado haciendo ambas cosas, escribir y realizar videos, siempre paralelamente. Pero mis trabajos en vídeo los he ido guardando para mí, o subiéndolos a YouTube, pues los veo como ejercicios para ir mejorando, por lo que nunca les he intentado dar salida. En 2011 con Los días que han pasado... ya no volverán, un docudrama con mi abuela, empecé a ir presentándome a algún que otro festival. Y desde el año pasado, con Monumentos en la luna ya tenía pensado que mis documentales tenían que volverse algo más serio y buscar la exhibición. Pero no ha sido hasta mi estancia aquí en Berlín y hablar con los demás artistas cuando me he convencido de que sí que puedo dedicarme a ello, y que si no es en un lugar, será en otro donde pueda encontrar exhibición para mis trabajos. Así que sí, ahora mismo estoy trabajando en varios proyectos de documentales y ficciones que quiero sacar adelante. Pero no dejo mi faceta de analista o crítico. Me gusta mucho el cine, ha sido mi vida desde siempre y me gusta analizar las películas. Con lo que quiero seguir dedicándome a ello en la medida que pueda. Sería ideal combinarlo todo. De hecho, tengo pendiente de terminar un libro sobre Pozos de ambición y estoy planteando otro sobre cine coreano.

>Y también andas metido en un proyecto de productora y alguna cosa más, cuéntanos...
Todavía no puedo comentar mucho porque acabamos de empezar. Es una producción para XereaFilms, la productora de Óscar Martín, director de la reciente Fallas37 y de Celuloide colectivo. Estará codirigido pon el escritor y guionista Jimmy Entreaigues y es sobre un teatro, su historia y la de Valencia. Tenemos mucha confianza en hacer algo muy bueno y sugerente. También estoy trabajando en un par de documentales para realizar en Finlandia y otro en Corea del Sur si pudiera ser. El de Finlandia es un falso documental sobre un suceso extraño que ocurrió en el Mar Báltico. La idea es partir de este hecho, de supuesto origen alienígena para algunos, para realizar una historia donde la ficción y el documental sobre la gente de estas regiones del mar báltico se unan. Vuelven a entrar historia de Lovecraft, como en Monumentos en la luna, y el trabajo con el paisaje y su extrañamiento.

>En tus entrevistas sueles preguntar a los directores por una nueva manera de hacer cine en España, con presupuestos muy ajustados y una gran creatividad, ¿realmente crees que hay algo así como una nueva generación, una nueva escena?
Sí que ha habido una especie de boom en estos últimos dos o tres años de directores nuevos o que ya estaban ahí y que ahora han encontrado el hueco para hacerse más visibles gracias a plataformas como Filmin, Márgenes, Plat... También están más unidos que antes, con lo que hacen más ruido. Y cómo son producciones que se sabe que en taquilla no van a sacar un gran beneficio, si es que llegan a estrenarse, apuestan mucho por la participación en festivales, con lo que han ido cosechando pequeñas victorias que les han ayudado a que se escuche su nombre. La crisis de nuestro cine, donde el cine de categoría media casi ha desaparecido entre las superproducciones de Antena 3 y Telecinco, también ha fomentado que este cine más pequeño esté encontrando un hueco para que la gente lo conozca y los críticos y analistas se empiecen a interesar por él, porque no hay otro, o no hay otro tan interesante. Así que sí, pienso que ahora el cine español está dentro de un nuevo contexto con nuevos protagonistas. Los Amenábar o Trueba de antes serán los Franco o Lacuesta de esta nueva etapa. Es un cambio generacional debido al contexto.

>¿Y cómo valoras el hecho de que ese nuevo cine haya desaparecido de la cartelera comercial o convencional en ciudades como Castellón?
Por lo que escribo en mis artículos y críticas, o las entrevistas que hemos hecho en Nomepierdoniuna, se puede deducir que es algo que me parece muy triste. Si el público ya estaba dormido, al quitarle estas otras perspectivas, más profundas, interesantes y reveladoras que una caja de palomitas, le están dejando en coma. Ahora, en ciudades como Castellón donde la gente joven también quiere ver estas otras películas, se podría intentar estrenar alguna, porque una película es para verla en el cine y no el ordenador. Con precios más bajos o más fiestas del cine, pero que les den una pequeña oportunidad. Pero como esto no va a suceder, siempre nos quedará la sala del Espai d’Art Contemporani, la de Benicàssim, la del Paranimf o últimamente el Raval. O eso espero, que al menos estas se queden.

>¿Y cómo crees que va a evolucionar la forma de consumir el cine de la pantalla grande al portátil o el iPad pasando por la TV?
El portátil y el iPad son ya una realidad. Yo sigo pensando que el cine, la pantalla grande, tardará aún en desaparecer. Al menos para las grandes superproducciones, pues ver Spiderman 2 de esta manera es mucho más impactante y sobrecogedor para el espectador, para el niño y adolescente, que después saldrá más motivado para comprarse el videojuego, el muñeco, la camiseta... El cine en la televisión también se va a quedar, porque es muy fácil de programar. Pero las pequeñas películas tienen ya su lugar en nuestro ordenadores, tabletas, teléfonos, etc. Y exhibir en cine es un pequeño regalo o milagro, depende de por donde se mire. Pero lo bueno es que estas producciones tienen más espacios que algunos parecen no querer conocer: como las salas de los museos. por ejemplo, Arraianos, se estrenó ayer en el MoMa de Nueva York. El museo puede ser un buen sitio para estas películas más artísticas, autorales, pequeñas o como queramos llamarlas, un buen sustituto para verlas en una buena pantalla.

>En tus realizaciones siempre tiene mucha importancia la banda sonora y sabemos que eres un gran consumidor de música. ¿Qué estás escuchando y viendo en directo en Berlín? ¿Algún descubrimiento reciente que quieras compartir?
(Risas) La música es muy importante, para todo. Curiosamente, aquí en Berlín he escuchado bastante música española, más que antes, será la morriña… En navidades descubrí a León Benavente y El último vecino. Y ahora estoy disfrutando del último de Nacho Vegas o Univers, Mishima, también Rauelsson... Pero, lo más interesante es que la artista coreana de la residencia que te comentaba antes me ha descubierto música indie coreana, que es muy buena también. Por ejemplo, ahora sigo a un grupo que se llama Deli Spice. Es increíble cómo nos encerramos a consumir productos nacionales o los que nos llegan desde EE. UU. o Reino Unido, y música de un estilo tan similar como puede ser esa banda sólo se pueda encontrar en blogs especializados.

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